lunes, 14 de octubre de 2013

Neoclasicismo
Fábula de Tomás de Iriarte

Por entre unas matas,
seguido de perros
(no diré corría),
volaba un conejo.

De su madriguera
salió un compañero,
y le dijo: "Tente,
amigo: ¿Que es  esto?"

"¿Qué ha de ser?-responde-
Sin aliento llego...
Dos pícaros galgos
me vienen siguiendo"

"Sí-replica el otro -
por allí los veo...;
pero no son galgos"

"¿Pues qué son?" "Podencos"
"Qué? ¿Podencos dices?"
"Sí, como mi abuelo".

"Galgos y muy galgos:
bien visto los tengo."

"Son podencos. ¡Vaya,
que no entiendes de eso!"

"Son galgos, te digo."

"Digo que podencos."

En esta disputa,
llegando los perros,
pillan descuidados
a mis dos conejos.

Los que por cuestiones
de poco momento
dejan lo que importa
llévense este ejemplo.

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